El último trabajo de Lindsey Adelman se inspiró en un retiro de meditación

La última aventura de la diseñadora de iluminación Lindsey Adelman comenzó en un retiro de meditación en silencio, un momento de reflexión que dio origen a un nuevo espíritu de experimentación. El resultado es LaLAB, una nueva plataforma que se centra en diseños únicos y audaces. "Es un refugio dentro del estudio del descubrimiento y la sorpresa", dice sobre la iniciativa. "Uno en el que puedo llevar el concepto de iluminación a un plano inexplorado".

Las piezas resultantes, que se exhiben en el estudio de Adelman en el barrio NoHo de Manhattan como parte de la exposición "Soft Opening: Under the Influence", van desde delicados móviles hasta candelabros caleidoscópicos, que combinan a la perfección una sensación de intimidad con seriedad y escala.

Las nuevas piezas de LaLAB de Adelman se ubican en un contexto dramático que fomenta un sentido de consideración y espiritualidad. Un cortometraje que filmó muestra fascinantes paisajes de Joshua Tree y sirve como una reflexión sobre el poder y la omnipresencia de la luz natural; una serie de sus pinturas cuelgan en la pared opuesta, cada una hecha con pinceles japoneses e inspiradas en las coloridas geometrías de las obras de arte tántricas indias.

El lanzamiento incluye tres colecciones: Jaulas, Móviles y Rock Lights. Posicionados entre estas nuevas obras en la instalación hay varios "altares", que incluyen plumas, piedras y frondas cuidadosamente dispuestas. Algunos incluso incorporan artículos del estudio de Adelman, como cerámica, así como lámparas de aceite de vidrio en llamas. "Me encanta la idea de que cualquier espacio puede convertirse en sagrado, dependiendo de la forma en que lo uses", dice Adelman sobre los altares.

Esa idea de tótems individuales se traslada a los móviles, que incorporan vidrio ahumado, cota de malla y piedras como amatista, cuarzo y malaquita. La línea se siente altamente personalizada e individual, con diferentes materiales que se equilibran entre sí tanto desde un punto de vista práctico como estético. Las siluetas de piedra en bruto continúan en Rock Lights, con gotas de vidrio ahumado que caen sobre selenita, jaspe y pirita, mezclando un material refinado hecho por el hombre con uno completamente natural.

La serie final de LaLAB, Cages, se siente más jubilosa, incorporando orbes de vidrio instalados en varillas de latón (la "jaula") con paletas de colores que van desde azules malhumorados hasta rosas chicle. "Incorporé minerales naturales para las propiedades metafísicas", dice Adelman de la colección. "Realmente es solo jugar y honrar el espacio vacío para que sea tan importante como el material".

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